La organización ecologista ha apuntado que se señalaron ejemplares machos y 57 hembras, y en otoño se realizará una segunda campaña de seguimiento para poder ampliar la muestra y poder estimar la medida de cada población.
Con los datos analizados, se redactará un plan de conservación con el fin de proponer directrices para las entidades y administraciones que se encargan de gestionar los espacios con el objetivo de asegurar la supervivencia de esta especie protegida.
Esta labor se enmarca en el proyecto Territorio Emys, que el GOB lleva a cabo junto con otras entidades como la Fundación Emys, que trabaja en Cataluña; la Acción Ecologista Agró, que trabaja en Valencia, y la Universidad de Girona.
Por otro lado, también se están realizando actividades de voluntariado y educación ambiental y talleres, así como la recuperación de nuevos espacios para la tortuga de mar con la creación de nuevos puntos de agua o la recuperación de estanques en mal estado.
El GOB ha indicado que una de las principales amenazas que tiene la especie es la liberación en el medio natural de tortugas exóticas.
