Según ha informado el Ayuntamiento, este lunes se descubrió en la playa de Salinas una instalación con bandejas llenas de bocadillos preparados y bebidas. Los agentes levantaron acta e intervinieron el material, ordenando además el desmantelamiento de la parada.
En una nueva batida se interpusieron cuatro denuncias más. Además, los policías localizaron en unos túneles construidos en la playa grandes cantidades de material que ha sido llevado a dependencias policiales.
Desde el Ayuntamiento han incidido en el hecho de que la venta ambulante es una práctica ilegal, que no cuenta con permiso municipal o sanitario y que, en el caso de los productos alimentarios, podría derivar en intoxicaciones al venderse sin ningún tipo de control.
Asimismo, han reiterado su voluntad de "no dar tregua" a quienes ejercen estas prácticas "peligrosas para la salud pública y molestas para los usuarios", además de ilegales.