Así se ha manifestado esta entidad en un comunicado en el que reivindica el derecho de los padres para decidir en libertad la educación de sus hijos en materia de sexualidad y donde también reclama que en esta materia no haya "intromisiones" por parte del Estado.
El delegado del Foro de la Familia en Baleares, Agustín Buades, ha censurado que, según su opinión, se pretenda "imponer coactivamente una visión de la sexualidad y reprimir toda discrepancia con amenazas de sanciones por delito de odio o infracción administrativa sancionable con multa de hasta 45.000 euros y penas accesorias de cierre de actividad y clausura de centros, destrucción de material expresivo de opiniones discrepantes, retirada de subvenciones o conciertos y resolución de contratos administrativos".
Finalmente, Buades ha reclamado a todas las fuerzas políticas que "no se imponga una ley de parte a toda la sociedad española" y que "se busque el consenso de las distintas formas de pensar para no tensionar y dividir la sociedad española".