La queja es sobre la limpieza del centro penitenciario de Palma y el yihadista se llama Karim Abdeslam Mohamed.
Lo particular de la queja es que ha sido con una prueba adjunta. Nos explicamos: en el sobre cerrado remitido desde la cárcel de Palma a la Audiencia Nacional de Madrid el yihadista ha incluido una muestra de su denuncia: una auténtica y real cucaracha.
Según informa El Español, que ha tenido conocimiento de este percance en la audiencia madrileña, en primer lugar el preso quejumbroso se dirige a la dirección del centro penitenciario. Si considera que en este ámbito no se le atiende, tiene derecho a elevar sus protestas a los jueces de vigilancia penitenciaria. Cosa que hizo Karim Abdeslam Mohamed.
El preso protestón fue detenido en 2013 en una operación que sirvió para desarticular una célula yihadista que operaba en Ceuta reclutando y enviando terroristas a Siria. En julio de 2016 el Tribunal Supremo confirmó su condena de doce años de prisión por integrar y liderar el grupo.
Según los hechos probados, la célula terrorista, que operaba en Ceuta en conexión con otra de Marruecos, reclutó y envió a Siria, desde 2012 y hasta su desarticulación, a 29 voluntarios ceutíes y marroquíes -de los cuáles al menos ocho fallecieron en atentados suicidas- y que llegaban a aquel país en vuelos regulares después de pasar por Turquía.
No hay constancia de que la magistrada se haya puesto en contacto con el yihadista preso en Palma ni con la dirección del centro.