Empieza la temporada de robos y los delincuentes ya se frotan las manos pensando en cuántos hogares entrarán este año para hacerse con un gran botín. De hecho, las cifras oficiales muestran que a pesar del ligero descenso en robos con fuerza en el primer trimestre de 2017, un 2,2% menos que en el mismo período de 2016, todavía la cifra es muy alta: 6.918 casos. Ante este escenario, ¿cómo podemos incrementar la protección en nuestras viviendas? ¿Cómo escoge el delincuente los hogares?
Expertos de la empresa Loxone señalan que toda vivienda puede ser objeto de robo pero hay varios factores que hacen que los ladrones encuentren un motivo más claro, por lo que aconsejan tomar una serie de medidas para evitarlo:
- No dejar la casa al cargo de una persona mayor. En ocasiones las familias optan por esta solución para que la casa no se quede sola, pero ello no es recomendable, pues los ladrones saben que no opondrá resistencia.
- No dejar objetos de valor fácilmente detectables desde el exterior, como dispositivos electrónicos (televisores, ordenadores, consolas…).
- No mostrar en las redes sociales que nos hemos ido de vacaciones y durante qué período, pues es perfecto para que los ladrones sepan cuándo hay alguien o no en casa.
- No dejar ventanas o puertas entreabiertas que muchas veces por descuido nos suele pasar.
- No tener las persianas bajadas durante todo el día para que no parezca que no haya nadie.
Simular que la casa está habitada, la mejor solución para garantizar la seguridad
Cada vez más los ladrones controlan con distintos métodos qué viviendas han quedado o no desocupadas durante el verano. Se fijan si las ventanas están siempre en la misma posición y si se encienden o no luces por la noche, observando dicho comportamiento durante varios días. Por ello, simular que la casa está habitada es clave durante esta época para garantizar la seguridad y evitar el robo.
Este tipo de sistemas de control tecnológicos graban el comportamiento de luces y persianas y, en el momento en que la vivienda queda desocupada, los reproduce durante un horario en concreto. Por ejemplo, durante la mañana o el atardecer, sube y baja persianas y enciende algunas luces para simular que los inquilinos siguen en casa. Además, es una solución accesible a cualquier persona, pues vivir en una Smart Home ya no está relacionado con el lujo, sino con un modelo de vida contemporánea.
