Además, en alguno de estos hoteles que abren sus puertas a los borrachos, estos indeseables se alojan compartiendo las instalaciones con turistas de carácter familiar.
Lejos quedan los tiempos en los que los hoteles aceptaban cualquier tipo de cliente. Las inversiones realizadas por los empresarios en modernización de las instalaciones, las exigencias de los clientes de tranquilidad y sosiego, la realidad de resucitar un destino que se encaminaba directamente a la muerte y la presión social han provocado que, en estos momentos, solo 13 establecimientos sigan trabajando con el turista mayoritariamente británico que llega a Mallorca para beber, drogarse y hacer en nuestra isla aquello que no se atrevería a hacer en su propio país.
Desde fuentes del sector turístico se recuerda que, año a año, cada vez son menos los hoteles que contratan con agencias que trasladan a Mallorca a turistas de borrachera. Pero también se destaca que la compra de viajes y estancias a través de Internet abre las puertas a que se ‘cuelen’ en hoteles destinados a familias otros turistas que molestan por sus actitudes antisociales.
El Ajuntament de Calvià, por su parte, una vez ha detectado a los 13 hoteles en los cuales se cobijan los turistas amantes de las borracheras, ha puesto en marcha un sistema de vigilancia y control específicos. Desde el consistorio se recuerda que las competencias municipales no permiten realizar determinadas actuaciones, que quedan en manos de la Guardia Civil o de instituciones supramunicipales. Pero sí se destaca que, en su ámbito municipal, el ayuntamiento será contundente.
Recordar que los consistorios tienen la posibilidad de controlar temas relacionados con urbanismo, sanidad, ruidos y limpieza. Ahí es donde el Ajuntament de Calvià pondrá en marcha su maquinaria. El objetivo: dejar bien claro que los turistas de borrachera no son bien recibidos en el municipio.
