El hombre tampoco podrá acercarse a menos de 500 metros a la víctima ni comunicarse con ella durante diez años y deberá indemnizarla con 15.000 euros.
En el momento de los hechos, la niña contaba con unos cinco años de edad. Según considera probado la sentencia, los abusos se produjeron de forma continuada hasta septiembre de 2012 en domicilios de familiares en los que la niña pernoctaba, así como en un 'llaüt' propiedad del abuelo y en su furgoneta que aparcaba en un descampado.
Para evitar ser delatado, el acusado le decía a su nieta "que no dijera nada" porque él iría a la cárcel y que ella acabaría "en un centro de menores".
A consecuencia de estos hechos, la menor ha seguido tratamiento farmacológico y psicológico hasta febrero de 2015.
Cabe señalar que la sentencia no es firme y que una de las magistradas ha emitido un voto particular en el que considera que el acusado debe ser absuelto al apreciar que las pruebas practicadas en el juicio, celebrado el pasado mayo, arrojan "dudas" sobre la versión de los hechos sostenida por la menor.
Por otro lado, el Tribunal ha apreciado la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas ya que desde que se presentó la denuncia hasta que se celebró el juicio han pasado cuatro años en una causa "que no era excesivamente compleja", con "paralizaciones no justificadas".