Los dos británicos llevaban a cabo la captación de clientes para, supuestamente, realizar en su nombre posteriores reclamaciones fraudulentas a los establecimientos hoteleros donde se alojaban. Esta captación se llevaba a cabo en la vía pública a la salida de los complejos turísticos, según informa este cuerpo policial en un comunicado.
Para llevar a cabo la estafa, los captadores buscaban clientes a los que supuestamente convencían para tramitar, ya en suelo británico, reclamaciones por haber enfermado a causa de ingerir comida servida en el hotel, sin haber nunca enfermado realmente.
Una vez que el turista regresaba a su país, un despacho de abogados contactaba con él, para iniciar la falsa demanda por intoxicación alimentaria.
Este tipo de fraude, que está causando un grave perjuicio al sector hotelero, se está llevando a cabo a nivel nacional en diversas zonas turísticas, tales como Mallorca, Canarias y el Levante español, siendo las perjudicadas varias cadenas hoteleras y que según denuncian los hoteleros afectados, tan solo en uno de los casos, la estafa se cifra en más de cinco millones de euros.
A los dos detenidos se les acusa de delitos de asociación ilícita y estafa.
La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones puesto que la investigación, abierta desde varios meses atrás, continúa con el objeto de identificar a los máximos responsables y beneficiarios de las estafas.