Baldea, en nombre de las asociaciones y los animales abandonados, presentó alegaciones al anteproyecto para que se pudieran construir refugios de animales de compañía en suelo rústico tanto de propiedad privada como pública.
La entidad ha señalado que "solamente en Mallorca tenemos más de 240.000 perros censados y posiblemente el mismo volumen de gatos como animales de compañía, un volumen muy importante que hace necesario una infraestructura suficiente y moderna para los animales indeseados que por desgracia genera nuestra sociedad.Una infraestructura hoy por hoy totalmente insuficiente y en muchas ocasiones obsoleta".
Y han añadido que "la Sociedad Balear rechaza el sacrificio de los animales de compañía y demanda que las asociaciones puedan construir y legalizar sus refugios que se encuentran principalmente en terreno rústico. La mayoría de ellas ayudan a las perreras municipales y a Naturaparc sacando animales para evitar sus sacrificio dado que las instalaciones son insuficientes y pequeñas para albergar perros y gatos durante muchas semanas".
Desde Baldea han señalado que "por desgracia nuestros gobernantes han hecho oídos sordos hasta la fecha para poder paliar esta falta de infraestructura y todos los proyectos de interés general particular presentados en Mallorca han sido denegados en los últimos años. Y ello, a pesar de que la ley 1/92 de protección de los animales que viven en el entorno humano prevé que los asociaciones puedan firmar convenios con los municipios para albergar los animales de compañía abandonados. No obstante la legislación supramunicipal impide a las ayuntamientos conceder las licencias pertinentes; perreras municipales pueden estar en suelo rústico pero los refugios de las asociaciones no aunque estén al lado de una perrera municipal. Una incongruencia total tratándose de un fin social".
Por todo ello, Baldea pide al Govern y al Parlament que frene esta injusticia, no vete a los refugios de las asociaciones y que la LUIB establezca un marco legal que permitan que las protectoras puedan tener sus refugios en suelo rústico donde éstas tienen sus terrenos ya que los animales de compañía también necesitan espacio, tierra batida, árboles y unos caminos donde pasear con los voluntarios y es evidente que ni el suelo urbano ni el industrial es el adecuado para ello.
