Los hoteleros baleares, que de momento mantiene confidencialidad sobre el precio exacto de la operación, revelaron este jueves que se gastarán al menos 380 millones entre la compra y reforma del inmueble. Se cierra así un culebrón alimentado por las dudas sobre la solvencia económica de Casanova. El Edificio España se convertirá en un hotel de cuatro estrellas.
Las operaciones de compra y venta del Edificio España duraron poco más de una hora. A las 11 de la mañana, los servicios legales de la filial de Wanda, asesorados por la consultora JLL, cerraban el acuerdo de venta del inmueble a Baraka, por 272 millones. Una hora y media después, llegaba el turno de Riu.
"Estaba en nuestros planes estratégicos abrir un hotel Riu Plaza en España, en una ubicación inmejorable y en un edificio emblemático, cumplía con creces con todos los requisitos", comentaron Carmen y Luis Riu, consejeros delegados de Riu. La cadena cuenta con seis hoteles con la marca Plaza en el mundo —su categoría más sofisticada—. El que instalará en el Edificio España, será el primero en este país.
Este rascacielos, construido en los años cincuenta, y que también perteneció a Metrovacesa y el Banco Santander, se convertirá en un hotel de cuatro estrellas, con 650 habitaciones, dos piscinas y salas para conferencias. Ocupará 24 de las 27 plantas del edificio y Baraka se hará cargo de la gestión de la zona comercial, de 15.000 metros cuadrados, donde está previsto que se instalen unos grandes almacenes.
El desenlace que llevó al acuerdo fue, no obstante, inesperado. En la víspera de la reunión entre Baraka y Wanda, todas las miradas estaban puestas sobre Casanova, un empresario murciano anteriormente condenado a un año de cárcel por alterar el valor de las acciones del Banco Popular. Algunos observadores dudaban de su capacidad económica, sobre todo después de que en marzo no entregara el cheque de 252 millones para hacerse con el edificio.
Con este acuerdo termina un culebrón inaugurado en 2016, cuando Wang Jianlin, dueño de Wanda, anunció su intención de vender el edificio. La firma china pretendía derribar el inmueble y reconstruirlo recuperando las fachadas, pero el Ayuntamiento de Madrid, dirigido por Manuela Carmena, sostenía que ese planteamiento era ilegal. Ayer, el concejal de Urbanismo se felicitó por la cesión a Riu: "Los trabajos de reforma podrán empezar ya este mes", anunció.