El detenido insertaba falsos anuncios en internet y contactaba con ciudadanos que demandaban en plataformas "online" entradas para conciertos de artistas musicales de reconocido prestigio, partidos de futbol de primera división y "Champions League", además de alquileres de apartamentos vacacionales.
Una vez cerraba el trato mediante llamada telefónica o por mensajería instantánea "WhatsApp", facilitaba a sus víctimas un número de cuenta para que adelantasen un porcentaje del pago en concepto de reserva o señal, además de exigirles el envío de una imagen de su Documento Nacional de Identidad (DNI), como medida de seguridad para la transacción.
Posteriormente, cuando otros compradores contactaban con él para adquirir entradas y/o alquilar apartamentos, se identificaba con algunos de los documentos de identidad de sus anteriores víctimas, para de esta manera culparles a ellos de la estafa, evitar que lo identificaran y dificultar la acción policial.
Para poder identificar a más víctimas de este estafador que todavía no han denunciado los hechos, los investigadores están analizando las transferencias bancarias efectuadas en las siete cuentas del detenido. En algunas de ellas los ingresos mensuales superaban los 2.000 euros.
La "Operación Lomy" se inició a principios de año, cuando agentes riojanos destinados en el Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) y en el Puesto de Santo Domingo de La Calzada, analizaban un total de 19 denuncias por estafa cometidas contra ciudadanos de Alicante, Burgos, Baleares, Granada, León, Madrid, Málaga Murcia, Valencia y Zaragoza, y cuyo presunto autor pudiera estar residiendo en La Rioja Alta.
Durante varios meses, los agentes han ido siguiendo el rastro que deja en la red el presunto estafador, lo que permite su plena identificación.
Esta persona para evitar ser descubierta empleaba seis números de teléfono y siete cuentas bancarias en las que las víctimas tenían que ingresar un porcentaje de la compra, llegando a facilitar a sus víctimas su verdadero nombre y apellidos, pero con el orden de los mismos alterado, dando en otras ocasiones la verdadera filiación de algunos de los ciudadanos a los que previamente ya había estafado.
Cuando las víctimas descubrían el engaño, intentaban contactar con su estafador. Si lo conseguían, el detenido se justificaba con historias tristes para dar pena y evitar que lo denunciaran, llegando a decirles que el dinero lo necesitaba para manutención de sus hijos, "sin tenerlos".
Una vez recopiladas todas las pruebas que incriminan a esta persona en las 19 estafas y en la usurpación de identidad, se procedió a su detención y traslado a dependencias policiales. Tras acogerse a su derecho constitucional de no prestar declaración ante los agentes del EDITE, fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial.
Desde la Guardia Civil, se aconseja que "si usted ha sido víctima de estafa por Internet, denúncielo", y, a ello suma que, si es posible, se aporten una serie de datos para facilitar las investigaciones.
Se reclama, en concreto, todos los datos de que dispongamos sobre el estafador y el origen del fraude (Nombre, apodo, teléfono, número de cuenta, e-mail, etc); direcciones de los sitios web donde hemos sufrido el engaño; y copia del anuncio de venta o captura de pantalla, así como de los mensajes privados donde se especifiquen detalles del producto o del trato acordado.
"Con ello ayudara a disminuir la cifra negra de delitos ocultos en la red y a dimensionar adecuadamente el problema de la delincuencia informática", afirman desde el Instituto Armado.