Según ha informado la institución insular en un comunicado, este nuevo sistema consiste en la colocación de semáforos en las entradas de la rotonda, regulados por tecnología, que detectarán las colas que se produzcan. En concreto, se han instalado unos campos magnéticos que se encuentran a 60 segundos de distancia, a velocidad normal, de la rotonda.
Así, si estos campos magnéticos detectan que el paso de los coches es lento, activan los semáforos para descongestionar el acceso donde se produzca el atasco. Cada minuto, la información se actualiza y, cuando la circulación se haga más fluida, la rotonda vuelve al funcionamiento normal con los semáforos en ámbar.
El sistema estará en marcha tres veces al día coincidiendo con los momentos de más congestión de la rotonda, esto es, a primera hora, sobre las 14.00 y 15.00 horas y a partir de las 17.00 horas. Si la actuación es realmente efectiva, el Consell analizará otros puntos conflictivos en los que se podría instalar el mismo sistema.
La intensidad mediana diaria (IMD) calculada al kilómetro 4 de la carretera de Sóller (Ma-11), el punto más próximo a la rotonda, es de 41.551 vehículos al día.