La investigación se inició a principios de abril tras la denuncia interpuesta por dos mujeres de nacionalidad paraguaya en la que daban cuenta de haber sido obligadas a prostituirse por el detenido. Según explicaron, éste, tras retirarles la documentación, les obligaba a ejercer la prostitución en distintos pisos de Ibiza.
El detenido controlaba la gestión, contratación y el cobro de los servicios sexuales, reteniendo todo el dinero que él mismo cobraba a los clientes y gestionando los anuncios sobre los ofrecimientos sexuales de las mujeres en páginas de Internet dedicadas a contactos sexuales.
Abusando de la situación de necesidad de las chicas y de su situación como extranjeras irregulares en España, el detenido las amenazaba con que serían expulsadas del país si no accedían a todas sus pretensiones, aleccionándolas incluso para que se escondieran de la Policía.
El detenido posee numerosos antecedentes, habiendo sido investigado por delitos relativos a la Trata de Seres Humanos y a la inmigración clandestina con fines de explotación sexual.
Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual puesto en marcha en 2013. Con este plan, la Policía Nacional activó la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia anónima y confidencial de este tipo de delitos.