La Fundación Amancio Ortega (FAO) ha donado 320 millones de euros en la lucha contra el cáncer. Desde la entidad se ha acordado con todas las comunidades autónomas de España la adquisición de equipos de última generación para modernizar las unidades de detección y tratamiento radioterápico en los hospitales públicos. En total, serán más de 290 equipos los adquiridos por la fundación del empresario gallego.

Actualmente, el programa se está llevando a cabo tanto en Galicia como en Andalucía. En el caso de la primera, la institución aportó 17 millones de euros para la adquisición de estos equipos, mientras en Andalucía el presupuesto fue de 40 millones para la compra de 25 aceleradores lineales para radioterapia oncológica.

Cada año se diagnostican en España más de 200.000 nuevos casos de cáncer, de los que al menos un 60 % precisa tratamiento por radioterapia en algún momento de su evolución, han apuntado desde la Fundación. La incorporación de equipamientos de última generación, tales como la mamografía digital con tomosíntesis o los aceleradores lineales avanzados, permite realizar diagnósticos más precisos y proporcionar a los pacientes tratamientos más eficaces, menos agresivos y de menor duración.

Según explican desde la fundación, esta es la acción de mayor volumen que tienen en marcha en la actualidad y casa a la perfección con sus principios, en los que destacan la búsqueda de cuestiones prácticas "que generen beneficios en un corto plazo de tiempo al mayor número de personas posibles".

Han identificado las necesidades de cada CCAA

La Fundación ha trabajado con los profesionales de cada servicio autonómico para identificar las necesidades en este ámbito y ver cuántos equipos era necesario renovar o adquirir, ya que hay regiones que no disponen de este equipamiento o lo tienen desde hace muchos años.

De hecho, un informe presentado hace un año por la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) alertaba de que el Sistema Nacional de Salud (SNS) necesitaba 70 equipos para cumplir con los estándares mínimos recomendados a nivel europeo. Y de los existentes, uno de cada tres se consideran "obsoletos" al tener más de 10 años de antigüedad, según SEOR.

Tras el anuncio de este miércoles, el siguiente paso será formalizar la donación mediante protocolos específicos con los diferentes gobiernos autonómicos para dar paso a los procedimientos administrativos públicos necesarios para la adquisición de los equipos. Además, según han explicado fuentes consultadas por Europa Press, la inversión no sólo irá destinada a la compra de los equipos sino a su mantenimiento y la formación necesaria para su uso.