En España y en las islas, “al menos el 10% de la población padece alcoholismo y solo una minoría acude a un centro realmente especializado en adicciones”, reconoce el Dr. Vázquez Roel. El alcoholismo, como cualquier adicción, además de anular a la persona y apartarlo de la sociedad, es un peligro para su propia salud personal. De hecho, expertos en nefrología advierten que el consumo de alcohol durante años puede generar síntomas de un dolor de los riñones justo después de consumirlo.
Generalmente, la naturaleza del dolor varía de una persona a otra y aparece cuando se dobla o realiza algún movimiento, que ejerce presión sobre los riñones.
El dolor significa que el cuerpo le está pidiendo que frene el consumo de alcohol. El alcohol puede afectar el funcionamiento de los riñones y causar dolores e incomodidad. Se elimina un 1% del alcohol por los riñones. Como es sabido, la principal función de los riñones, es filtrar los desechos metabólicos del cuerpo y mantener un equilibrio entre el agua y la materia. El alcohol puede realmente provocar un desequilibrio en el mecanismo del filtrado. Nuestros riñones filtran el agua con la ayuda de la hormona antidiurética, una hormona producida por la glándula pituitaria. El alcohol puede afectar gravemente a esta hormona, lo que puede indicarse por el dolor que una persona siente después de haber bebido. Otra razón por la que los dolores después de beber alcohol se deben al hecho, de que el alcohol realmente aumenta la producción de la orina. De hecho, obliga a los riñones producir más orina de la normal.
En contra de lo que se cree, una adicción debe tratarse como una enfermedad y nunca ser considerada como un vicio, advierte el Dr. Vázquez Roel. Toda adicción es autodestructiva, de ahí la importancia de detectarla a tiempo y en el caso de los familiares, hacer entender al enfermo que debe ponerse en manos expertas. “El factor crucial es trazar la personalidad del adicto. Eso implica hacerse una serie de preguntas, y especialmente una: ¿por qué esa persona ha llegado a asumir una adicción que condiciona toda su vida y le impide disfrutar de la misma, en libertad y con plena autonomía? Si logramos responder a esta cuestión, o despejar ese enigma, habremos recorrido una parte importante del proceso terapéutico”, recuerda el Dr. Vázquez Roel.
Clínica Capistrano ha tratado más de 8.000 pacientes de todo tipo de adicciones en los últimos 30 años, con una eficacia de curación del 85%.