En declaraciones a Europa Press este jueves, el abogado Juan Manuel Olarieta, ha explicado que ahora están a la espera de que les den traslado para ir al Tribunal Supremo y que después, "en función de lo que pase", irán al Tribunal Constitucional y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
De esta manera, ha hecho hincapié en que "las palabras no pueden delinquir". "Nos pueden parecer de mala educación, groseras, mal educadas y mal sonantes pero no se puede imponer tres años de cárcel por decir groserías". "Es una barbaridad", ha añadido.
En su condena, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional afirma que algunos de los temas comprendidos en dos discos tienen un "indudable contenido laudatorio" de las organizaciones terroristas ETA y GRAPO, que justifican e incitan a la reiteración de las acciones violentas. También ve un "claro menosprecio y humillación" de las víctimas del terrorismo.
En la sentencia del tribunal presidido la magistrada Concepción Espejel subraya que las letras "van más allá de la expresión de coincidencia con objetivos políticos, solidaridad con los presos o camaradería nacida de vínculos ideológicos", sino que suponen una "alabanza" a los medios violentos empleados por los grupos terroristas.
En este sentido, la Sala asegura que las expresiones reiteradas "exceden de la crítica política y se introducen en el campo del atentado contra la dignidad personal". Por tanto, rechaza que estas manifestaciones estén amparadas en la libertad de expresión y en la "creación artística", en referencia a que Arenas aseguró en el juicio que "todo arte es provocativo".
Por ello, el tribunal le condena a dos años de prisión y ocho de inhabilitación por el delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas, estimando la petición de pena de la Fiscalía, la cual la estima "proporcionada". Por las calumnias e injurias graves a la Corona, impone la pena de un año de cárcel y seis meses por el delito de amenazas.
