La disputa entre Huertas y Armengol se remonta al momento en que la diputada de Podem formaba parte del partido socialista pero Huertas afirma no sentir rencor porque "si algo me ha enseñado la vida es a tener paciencia, y el tiempo pone a cada uno en su lugar".
Por otra parte, la ex presidenta del Parlament ha confesado que durante su mandato "MÉS y PSIB querían que fuera una presidenta florero", ademàs el vicepresident del Parlament, Vicenç Tomàs, "quería que hiciera lo que él quería". Sin embargo, Huetas asegura que ella estaba al servicio de los ciudadanos y que "nadie le cuestionó su trabajo como presidenta". "Ha sido un honor ejercer este cargo. Es mucha responsabilidad. Me he llevado muchas satisfacciones", apunta.
La diputada de la formación morada asegura que ella no es "corrupta" porque lo único que ha hecho ha sido "incumplir el código ético de Podemos" y que si el Partido Popular tiene una iniciativa que favorezca a los ciudadanos" no se lo pensará "ni un momento" a la hora de votar.