Ante la falta de soluciones, la Asociación de padres y madres de alumnos ha advertido que barajan la posibilidad de emprender diferentes movilizaciones, como denuncias judiciales o la no asistencia de los alumnos a la escuela los días de los vertidos.
Según han informado, estas aguas se vierten a la calle desde un depósito de acumulación de pluviales por la inexistencia en el barrio de saneamiento para ese tipo de aguas. Estos vertidos ocasionan "grandes molestias" a la entrada y salida de la escuela ya que "cruzar la calle significa mojarse los pies puesto que este centro no está dotado de un paso de cebra elevado, lo que aliviaría el problema".
La Apima también ha denunciado que, en varias ocasiones, se han vertido aguas fecales "sucias y muy olorosas", produciéndose situaciones muy "desagradables, totalmente ilegales y de alto riesgo sanitario para los niños".
Desde la aparición del problema, la Apima y la dirección del centro se han puesto en contacto con la Delegación territorial de Educación y el Ayuntamiento de Sant Josep como interlocutores para reclamar una solución real a los gestores de la residencia.
Los padres han relatado que el jueves de carnaval los
alumnos salieron a la calle para disfrutar de su propia rúa,
seguidos de muchos padres. En ese mismo momento, han lamentado, se estaba realizando el tercer vertido de la semana a la vía pública. "El olor era insoportable para todos los presentes y la situación crispó la paciencia de todos los padres", han criticado.
Desde la Apima de Can Raspalls se ha instado a los estamentos públicos a encontrar una "rápida y definitiva" solución al problema de los vertidos de la residencia en la vía pública.