El sector del taxi protesta así por las "diversas desregulaciones a las que se enfrenta en los países de la UE" y al "intento de privatización de la movilidad y su entrega a multinacionales".
Por este motivo, los taxistas han determinado coordinarse con el resto de colegas europeos a través de sus distintas alianzas para que sus acciones "sean conjuntas en la medida de lo posible".
También denuncian la "falta de presencia y apoyo de las administraciones en los proyectos de refuerzo del transporte público", acusando a "algunos de sus responsables" de haber tomado partido por la privatización del servicio.
Las organizaciones de taxistas han acordado volver a reunirse el próximo 6 de marzo para afianzar su hoja de ruta, que contemplará su intención de convocar un congreso internacional de taxistas para analizar y buscar soluciones a los problemas que vive actualmente el gremio.
Asimismo, tratarán de avanzar en la presentación de un proyecto estatal y conjunto de plataforma digital pública y de interés social para la prestación del servicio público de taxi que complemente los actuales canales de recogida de viajeros.
En este sentido, los participantes han coincidido en que el servicio de taxi debe buscar fórmulas de oferta común que propicien el refuerzo de las estructuras de comercialización de ámbito local para dar un servicio globalizado de carácter nacional.