Castro ha explicado, en declaraciones a la Cadena Ser, que se siente "satisfecho ya que por fin se ha puesto punto y final al procedimiento" y ha afirmado que no está "decepcionado".
"Solo cabe extraer un absoluto respeto y acatamiento a la sentencia, a reserva de los recursos que pudieran interponer contra ella", ha expresado.
El juez ha indicado que todo dictamen tiene una aspiración de convencimiento "no para el juez instructor sino para las partes del litigio y para los ciudadanos en general".
"Para saber qué grado de convencimiento genera esta sentencia habrá que leer los argumentos jurídicos, que despejarán las incógnitas, y entonces solamente entonces cabrá opinar sobre ella", ha manifestado.
Castro ha recordado que su misión terminó cuando puso a la Infanta y al resto de personas a disposición del Tribunal que debiera de juzgarles y ha dicho que lo que después ocurriera ya no era de su incumbencia.
Respecto a si volvería a repetir su hazaña, el juez ha indicado que "ya han pasado varios años y la salud merma" aunque ha señalado que "si conservara la misma salud que hace cuatro o cinco años no dudaría".