Fernández ha relatado su conmovedor testimonio. “La cocaína me había superado completamente, tuve la suerte de que los dos únicos familiares que me quedaban eligieron la clínica Capistrano. Entrar allí ya fue un cambio y no es que me cambiaran las expectativas sino que aquí estoy hoy”.
Para Justo superar una adicción “es muy difícil si uno lo uno lo intenta solo, hasta diría que imposible, pero en cambio, no es difícil si tienes ayuda”.
Por su parte, el director de la Clínica Capistrano, el doctor José María Vázquez Roel, ha señalado que “Justo fue un buen paciente, cumplió bien con el reglamento de la clínica. Allí aprenden rutinas de funcionamiento que ponen orden en la vida caótico del adicto”. El doctor también ha destacado que “la gente tiene el compromiso de ser sincera, el adicto se cura cuando ya no tiene que mentir a nadie”. En este sentido, el doctor ha advertido que “entre un 40 y un 50% de los que prueban la cocaína se vuelven adictos”.