Según han explicado desde la Policía, una vez se inició el registro del local, que se encuentra en el barrio de Son Armadams, el hombre explicó a los agentes que sí tenía marihuana y de forma voluntaria les enseñó el piso superior, en el que había habilitada una zona para la manipulación, envase y preparación de dicha sustancia.
Preguntado por un posible registro de ventas, el hombre, tal como se explica en el relato policial, les dijo que cada venta realizada se archivaba en la 'nube'. Así, procedió a mostrar su contenido donde encontraron a 695 socios registrados. Sus fichas, también estaban en tres archivadores.
Dentro del local, los agentes encontraron 15 personas, dos de las cuales manifestaron que estaban fumando marihuana comprada allí mismo. El resto manifestó que no consumían.
Desde la Policía han hecho hincapié en que el detenido colaboró en todo momento con los agentes y que manifestó su sorpresa de que el negocio que regentaba pudiera suponer un delito.
En el local se encontró: un kilo de marihuana, 93 gramos de hachís,47 bolsitas pequeñas herméticas, una báscula de precisión, tres archivadores con listas de socios, 1.680 euros en diferentes billetes y un ordenador.
La detención tuvo lugar este domingo después de que la Policía Local acudiese a Son Armadans para detectar focos de 'botellón' debido a numerosas quejas vecinales al respecto.
Durante su inspección, en la calle Fra Juníper Serra, encontraron a dos jóvenes que salían de un local llevando una bolsa transparente con lo que parecía ser un cogollo de marihuana.
Una vez interceptados y sometidos a un cacheo se les hallo dos bolsitas como la anterior y explicaron a los agentes que la acababan de adquirir en el local de donde salían. Se les incauto la droga y se levanto acta por tenencia. Tras esto, empezó el registro del local.