El Ministerio Público solicita además que se le prohíba al procesado, Jesús María V.L., acercarse a menos de 500 metros de su víctima o comunicarse con ella durante cinco años, además de indemnizarla con 6.497 euros por las lesiones y los daños morales que le causó.
La acusación circunscribe los hechos a mayo de 2015. Tal y como relata en su escrito de calificación, el primer domingo de ese mes el acusado mantuvo una discusión con su compañera sentimental, quien en un momento dado le suplicó de rodillas que no gritara, a lo que el inculpado le contestó con un manotazo en la barbilla y la boca, provocando que se cayera de espaldas y se golpeara la cabeza contra el suelo.
Mientras la víctima seguía pidiéndole que no gritara, volvió a asestarle otro manotazo en la cara, agarrándole la muñeca y retorciéndosela. Al llegar la Guardia Civil al domicilio, la afectada negó cualquier tipo de maltrato.
En otra de las ocasiones descritas por la Fiscalía, señala que con ánimo de producirle un menoscabo físico y psíquico, el procesado volvió a golpear a su pareja y a zarandearla en el transcurso de otra discusión, momento en el que la víctima intentó huir llorando, lo que impedía Jesús María V.L. dándole patadas en el pecho para evitar que se levantara de la cama y se marchara.
La situación llegó a tal extremo que la mujer profirió que "para vivir así prefería morirse", para que acto seguido el acusado comenzara a besarla en las lágrimas diciéndole "no llores, mi niña", excitándose al mismo tiempo y, pese a la negativa de su pareja, abusar sexualmente de ella mientras le decía "si a ti te gusta, guarrilla".
El procesado, mientras su compañera se incorporaba, le ató las manos con un cable de electricidad, continuando de manera forzada con la relación sexual inconsentida al tiempo que le decía "me gusta follarme a las muertas". Tras ello, la víctima no se atrevió a denunciar los hechos.
La acusación pública señala que otro día la víctima abandonó el domicilio con la intención de no volver, pero el inculpado la siguió y, con ánimo de menospreciarla, comenzó a espetarle: "¿Dónde vas? ¿Adónde vas a ir, no ves que das pena? Me das asco, lo único que te mereces es que te coja alguien, te viole y te tire a una cuneta".
Más adelante, el acusado volvió a increparla de forma agresiva, pidiéndole que le hiciera la cena y agrediéndole con un puñetazo en la boca. Al inquirirle la víctima si se daba cuenta de lo que estaba haciendo, éste le cogió de los dedos, retorciéndoselos y provocándole un gran dolor, mientras ella le suplicaba "no por favor".
El encausado le agredió instantes después en la cabeza, apretándole el cuello con las dos manos, girándole la cabeza y diciéndole "anda que no estás fuerte, hija de puta, esto se lo hago a otra y ya estaría muerta". Las amenazas no terminaron ahí puesto que el acusado le aseveró que "como se te ocurra volver a denunciar te reviento, igual no te veo más si me detienen por tu culpa, pero mis hermanos te van a matar, son peores que los gitanos".
Como consecuencia de estos hechos, la víctima precisó asistencia médica, toda vez que padecía un trastorno emocional depresivo y ansioso y sentimientos de indefensión, temor y culpabilidad. El acusado se encuentra en prisión provisional desde el 16 de mayo de 2015.