En un comunicado, este cuerpo policial informa que el pasado sábado se presentaron dos ciudadanos búlgaros en dependencias de la Policía Nacional para denunciar su condición de víctimas de trata de seres humanos, hechos que inmediatamente fueron puestos en conocimiento de la Unidad contra redes de inmigración y falsificación (Ucrif), unidad policial especializada en este tipo de investigaciones.
Simultáneamente se puso en marcha el protocolo de atención y protección correspondientes.
Las víctimas, ambos varones, relataron como fueron captadas en su pueblo bajo falsas promesas de trabajo y mejora de vida. Su captación era sencilla; los dos carecían de trabajo estable y sencillo, los dos jóvenes y sin problemas de movilidad.
Así, una de las víctima iba a tener como actividad la recolección de naranjas, muy bien pagada, con casa gratis y en el Caribe, mientras que la otra se iba a dedicar a ejercer la mendicidad a medias con su captador. En los dos casos los traslados correrían a cargo de los presuntos tratantes.
Una de las víctimas llega a Mallorca a primeros del mes de octubre pasado y la otra hace menos de un mes. Los dos son obligados a residir en el domicilio de los ahora detenidos en la condición de siervos de éstos durante las horas en las que no ejercen la mendicidad.
Cada día desde las 09.00 hasta las 21.30 horas son obligados a ejercer la mendicidad en centros comerciales de Santa Ponça y zona Ocimax en Palma.
La recaudación diaria debía de ser 100 euros para cada uno de ellos, si bien, la consecuencia de no conseguirlo "son palizas a puñetazos o con barra de hierro".
Según el relato de la Policía, los primeros días son trasladados cada jornada con los ojos tapados a la salida y entrada del piso en el que se encuentran --en periodo de adiestramiento--, les facilitan un teléfono desde el cual lo único que pueden hacer es recibir llamadas, llamadas de sus 'señores' para controlar cómo va la recaudación o recibir instrucciones.
La Policía Nacional, logró identificar a los denunciados, el domicilio en el que residen y donde estuvieron retenidas las víctimas, el vehículo de éstos y los lugares donde han sido explotados los denunciantes.
Una vez, puesto en marcha el correspondiente operativo policial con el apoyo de la UPR de la B.P. Seguridad Ciudadana, los denunciados son interceptados el pasado miércoles por los funcionarios policiales en las inmediaciones de su domicilio en Santa Ponça cuando circulaban en un vehículo.
En el registro del mismo se intervinieron escondidas bajo la rueda de repuesto un total de 34 bolsas de plástico conteniendo una media aproximada de diez euros, cada una de ellas en monedas fraccionara, siendo un total de 390 euros, fruto seguramente de la última recaudación de sus víctimas.
Una vez detenidos y practicado el correspondiente registro domiciliario fueron intervenidos más de 3.000 euros entre monedas y billetes, una barra de hierro/aluminio, balanza de precisión, sustancia POPER, sustancias anabolizantes y dispositivos electrónicos, así como documentación de las víctimas.
Así, se apunta a que la "rápida y contundente" actuación policial ha permitido, además, "evitar la llegada de otras víctimas que ya estaban captadas por éstos".
En el piso investigado se pudo comprobar que las víctimas dormían en unos colchones en el pasillo y comían lo que las personas que salían de hacer compras les donaban. Una de las víctimas estaba siendo preparada para su explotación sexual en ambientes homosexuales.
Finalmente, los detenidos y efectos intervenidos han sido puestos a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia.