A la expulsión del partido de la presidenta de la cámara autonómica y la diputada Montse Seijas, y un dirigente de la formación, por haber manifestado una intención que luego no se concretó, el voto a los presupuestos del Govern, se añade el affaire de las grabaciones mediante las que se ha puesto en evidencia el funcionamiento interno del partido: “si eres buena niña…”
Hay demasiadas preguntas sin respuesta: ¿Porqué se expulsa a las dos diputadas si han cumplido con el voto a los presupuestos del Govern que comprometió en solitario el secretario general del partido, Alberto Jarabo? ¿Por qué grabó Carmen Azpelicueta su conversación con el portavoz del Comité de Garantías Democráticas, nada menos, del partido, en la que se le ofrecía una buena colocación a cambio de “fer bonda”?
El portavoz del comité ahora disuelto dimitió al conocerse que había sido pillado en falta – la conversación es de 2015 –, y la protagonista de la misma, Carmen Azpelicueta, también expedientada, o expulsada (con Podemos es difícil establecer los límites de las purgas internas que lleva a cabo), ha declarado en Canal 4 Ràdio que “Jarabo ya me ofreció trabajo por retirar mi candidatura del Consell (de Mallorca)”. El máximo dirigente insular de Podemos, por su parte, ha dicho, en un alarde de cinismo ante la que está cayendo, que “Podemos ha actuado con ejemplaridad, contundencia y de forma garantista”.
¿Es creíble que se ofreciera trabajo a una dirigente del partido sin el conocimiento de su secretario general? ¿Es verosímil que Alberto Jarabo declare que desconocía lo que se estaba cociendo para desactivar a una dirigente crítica de su propio comité de dirección del partido? Alguien miente en Podemos.