Investigaciones realizadas por el grupo de Estupefacientes relacionadas con el tráfico de estupefacientes dieron con un inmueble situado en la calle Músico Arrieta de Palma, donde se podía estar ocultando una plantación de marihuana.
Tras obtener el correspondiente Mandamiento de Entrada y Registro, los policías actuantes pudieron comprobar que el inmueble se estaba utilizando como tapadera de un auténtico laboratorio de marihuana.
Cinco de sus habitaciones, con unos 300 metros cuadrados de extensión, estaban ocupadas por 500 plantas en avanzado estado de crecimiento y una sexta se utilizaba como secadora de la marihuana ya recolectada.
El cuidado del crecimiento de estas plantas requería de unas lámparas y unos cuidados muy específicos así como de la habitual maquinaria que se encuentra en las plantaciones de este tipo (lámparas, extractores, ventiladores), sustentada por una rudimentaria instalación eléctrica conectada de manera fraudulenta a la red, con la consiguiente defraudación de consumo eléctrico que se estaba produciendo en el inmueble.
