Según ha constatado Barceló, "es la mejor manera de salvaguardar los derechos de los propietarios"; que sean ellos mismos los que decidan si dan permiso o no para alquiler de viviendas a turistas, así como el resto de condicionantes y requisitos que recoge la ley.
"Sabemos que el tema crea controversia", ha admitido, al tiempo que ha negado que vaya en contra de la Ley de propiedad horizontal, porque, según ha explicado, "precisamente esa norma establece que sean las comunidades de propietarios las que regulen muchas cuestiones y detalles sobre el uso y las normas de los edificios".
Así ha respondido el vicepresidente antes las críticas de los administradores de fincas, que apuntan a que, dejar en manos de los vecinos la decisión del alquiler vacaciones, podría chocar con la Ley de propiedad horizontal.
Con todo, ha incidido en que estamos ante la posibilidad de dar un uso turístico a unas viviendas que son de uso residencial, "por lo tanto, estamos permitiendo una comercialización turística a unos pisos, que en principio, no es para lo que estaba hechos".
Tras insistir en que se trata de un borrador "que está abierto al debate y a la inclusión de cualquier sugerencia que se pueda hacer", Barceló ha recalcado que de cara a la aprobación definitiva de la nueva Ley turística de Baleares se podrán introducir modificaciones al documento presentado este lunes.