No obstante, tuvo que dejar de hacerlo porque el banco le cobraba comisión con cada transferencia. Según el informe realizados por los Mossos d’Esquadra, los padres de la menor habrían llegado a recaudar gracias a la enfermedad de su hija cerca de 1 millón de euros.
Así se detalla en la transcripción de su declaración a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL:”Decidieron devolver las transferencias, el lunes (día 5 de diciembre) llamó al banco y habló con el gestor del banco y no puede hacer las devoluciones porque tiene que hacer un excel con las personas con las que tenían que devolver y empezó a hacerlas y por las transferencias le cobraban una comisión”.
En una de las múltiples entrevistas que concedió Fernando Blanco a los medios de comunicación antes de que se conociese su presunta estafa, declaró que una mujer les transfería durante años cinco euros mensuales desde la Cañada Real, una barriada humilde de Madrid.
En su relato ante el juez, admitió que usaba la cuenta de la asociación para multitud de gastos, pero defendió que todos eran en beneficio de la menor. En esa relación se incluye desde gastos de telefonía móvil, comidas en restaurantes (porque, según dijo, iban con la niña) o compras en la cadena de tiendas de segunda mano Cash Converters, entre otros. En total sacó 290.000 euros en metálico de la cuenta de la asociación.
En sus explicaciones, el detenido se refirió a dos operaciones que realizó -siempre según su relato- para ayudar a otras personas. En concreto detalló al juez el envío de 3.000 euros a una persona cuyas iniciales son D.T.J. Según se recoge en el documento, el motivo de esta donación era “una señora que echaban de su casa”. “Nos pidieron ayuda, se hizo desde el Sabadell del banco de la Seu d’Ugell”, relató.
En otra parte de su declaración indica que, además de las cantidades que se ha gastado en los tratamientos de homeopatía, “están los niños que han ayudado”. En ese sentido, se refiere a una periodista que les llamó para advertirles de “una niña enferma que iban a echar de su casa”.
A preguntas del fiscal, Fernando Blanco admitió que nunca ha estado en Houston con la menor y que tampoco estuvo en Afganistán. Reconoció haber exagerado las operaciones que narraba en televisión o incluso no eran ciertas. Pese a todo, insistió en parte de su relato aportando nombres de médicos (sólo el apellido) o describiendo el tratamiento al que era sometida su hija: “Sacar la sangre y mutarla y volverla a inyectar y Nadia volvía a andar y hablar como una niña normal”.
En cuanto a sus negocios personales, además de la tienda de vinos (hasta 30.000 euros anuales), confirmó que hace “cursos de motivación o terapia de pareja, tres o cuatro al año”. "Por cada charla que da, cobra entre 300-500 euros por charla”, detalla el documento. A pesar de estas cifras, el padre de Nadia tenía deudas, en concreto debe al menos siete mensualidades del local de su negocio, 1.000 euros de la casa en la que vive alquilado y deudas de una tarjeta.