Cinco son los miembros del grupo municipal de Som Palma en Cort: Aurora Jhardi, Rodrigo Andrés Romero, Aligi Molina, Antònia Martín y Eva Frade. Dos de ellos poseen acciones en empresas multinacionales. Rodrigo Andrés Romero cuenta con 500 acciones en ArcelorMittal con un valor en bolsa aproximado de 3.000 euros. Por su parte, Antonia Martín posee 545 acciones de Telefónica con un valor de 5.000 euros, y 141 en Repsol valoradas en 1.800 euros.
Andrés y Martín desmontan el ideario Son Palma-Podemos. Su inversión en bolsa es legal, cierto, si bien choca con el discurso de su partido y con la vehemencia que acostumbran a mostrar contra todo aquello que huela a multinacional.
Rodrigo Andrés Romero —regidor de Infraestructuras y Accesibilidad de Palma— ha apostado por ArcelorMittal, uno de los mayores productores de acero del mundo que cuenta con 12 plantas de producción en España. Está presente en 60 países y produce en 19. Emplea a 210.000 personas y además de plantas metalúrgicas cuenta con minas de hierro y carbón en Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Liberia, Bosnia, Ucrania y Kazajistán.
En cuanto a Repsol, parece que a Antònia Martín —regidora de Sanidad y Consumo— no le preocupan sus operaciones de extracción de petróleo en Alberta, Canadá, mediante el método de fracking. Todo se disculpa por los beneficios de 1.860 millones de euros del año 2015 gracias a una producción diaria que supera el medio millón de barriles y que, en lo que llevamos de año, ha alcanzado los 750.000 barriles diarios. Cabe preguntarse qué piensa la señora Martín de la emisión de gases de efecto invernadero. Martín también invierte en Telefónica, una multinacional española que opera en los estados Unidos, mientras su partido se manifiesta contra el TTIP, el tratado de libre comercio con EEUU. Tal vez Martín no se identifica con las palabras de su compañero Aligi Molina quién en repetidas ocasiones arremete contra las multinacionales, como cuando escribió un tweet el 15 de octubre en el que decía: «Mallorca dice NO a los tratados TTIP, CETA y TISA que quieren poner, aún más, los intereses de las multinacionales por delante de las personas».
Rodrigo Andrés Romero invierte de manera diligente su dinero en una multinacional del acero mientras también se opone a los tratados de libre comercio. Quien sabe si su modelo político-económico pudiera ser el extraño engendro chino de «socialismo de mercado»: juega a la bolsa y se opone al comercio internacional.
Por su parte, Martín intervino en el pleno de Palma del 29 de octubre y animó a que el consistorio se uniera a la oposición a los tratados de libre comercio, postura vista también en un video colgado en su muro de Facebook dos días antes.
Al yanqui dando y en la bolsa jugando.
