Sin embargo, no hay ningún punto en común entre la gran empresa y la Associació de Veïns des Pil·larí de Palma, organizadora de la Fira de Llonguet, una iniciativa sin ánimo de lucro que nació para recuperar el llonguet en nuestros hábitos alimenticios. Este pequeño barrio de Ciutat, que no se esperaba el éxito de las dos convocatorias, mantiene su afán por recuperar y promocionar el producto local de Mallorca, una labor nada fácil por la fuerte competencia de la industria del pan congelado.
Recientemente, la Associació de Veïns d’Es Pil·larí, para proteger su identidad frente a otros posibles eventos que se puedan organizar y visto el despegue del consumo de este pan tan nuestro, decidió presentar solicitud de marca ante la Oficina Española de Patentes y Marcas. La sorpresa llegó al saber que quien se había opuesto al registro de la marca era Galletas Artiach, propiedad de Adam Foods, empresa de alimentación y propietaria de marcas como La Piara, Cuétara o Panrico. Con su oposición nace el conflicto, y es que resulta que la oponente cree que la caracterización del llonguet de la Fira del Llonguet es idéntico al elemento gráfico de las galletas maría Marbú Dorada.