La entidad ecologista ha recordado que el 9 de noviembre de 2001 el entonces presidente del Govern, Francesc Antich, firmó el decreto de creación de este Parque Natural que comprendía 21.507 hectáreas terrestres y 5.275 hectáreas marinas, e incorporaba terrenos de los municipios de Artà, Capdepera, Son Servera, Sant Llorenç y Santa Margalida.
"Este nuevo espacio natural protegido marcó un punto y aparte en la estrategia de conformación de la red de espacios protegidos, hasta entonces formada por espacios relativamente pequeños y sin mucha actividad económica" -como S'Albufera, Cabrera o Dragonera-.
No obstante, según explican, el "movimiento antiparque" fue una de las herramientas utilizadas por Matas en su campaña electoral de las elecciones de 2003, y una vez lograda la presidencia recortó el parque desprotegiendo el 93,8 por ciento de la superficie original, reduciéndolo a 1.671 hectáreas terrestres. "Esta infamia se perpetró sin ninguna justificación técnica y aprovechando una disposición adicional en la Ley de presupuestos", ha opinado el GOB.
La entidad señala que durante los últimos años el Parque ha continuado reduciéndose en capacidad de gestión puesto que en el 2012 se redujo la brigada de mantenimiento y se prescindió de uno de los técnicos, y en el 2014 el director pasó a serlo sólo con dedicación parcial. Estas reducciones en personal han sido paralelas, dice el GOB, a la dedicación presupuestaria, "en el marco de una política dirigida al hundimiento de los espacios naturales protegidos".
Por todo ello, piden al conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, que incorpore la ampliación del Parque a su agenda del próximo año. Además, recuerdan que hace unos días en el pleno del Ayuntamiento de Artà, se aprobó instar a su Conselleria a recuperar el ámbito de este municipio que fue recortado en el 2003.