Todo ocurrió durante la aprobación de las cuentas de Baleares para el año 2017. Según recoge Diario de Mallorca se produjo una fuerte disputa entre el conceller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal y la consellera de Hacienda, Catalina Cladera. Un enfrentamiento que hizo llorar a Cladera y provocó que los representantes de MÉS abandonaran la mesa en la que se votan y firman las decisiones del Govern, presidida por Francina Armengol.
Diario de Mallorca apunta además que fuentes del Govern corroboran que ésta "bronca monumental" comenzó cuando Vicenç Vidal reprochó a Cladera la asignación que ha recibido para impulsar políticas de Medio Ambiente.
Pese a que su Conselleria contará en 2017 con un total de 205,6 millones de euros (un 13,7% más), uno de los incrementos más fuertes del presupuesto, el conceller de MÉS considera que los fondos son insuficientes. Vía ecotasa recibe dinero para inversiones clave en saneamiento pero no recibe lo preciso para cumplir los compromisos adquiridos con gurpos como los ecologistas del GOB que han llegado a amenazarle con manifestarse si no destinan más recuros a áreas castigadas por los recortes del Govern de Bauzá como la protección de parques naturales.
Por eso, Vidal estalló el viernes, cuando formuló sus objeciones de forma "vehemente y fuera de lugar", según opinan testigos cercanos al PSOE. El Consell de Govern llegaba además horas después de que el jueves se salvase el escollo más temido, Podemos, que este año sí ha participado en todas las negociaciones y ha dado luz verde a las cuentas.
El enfrentamiento, descrito por fuentes de ambas facciones como muy duro, se enconó cuando las otras dos conselleras de MÉS presentes, Fina Santiago y Ruth Mateu, defendieron a su compañero. Aquí, Cladera rompió a llorar y los tres representantes de MÉS se levantaron y se fueron airados del Consell de Govern.
No obstante, fuentes cercanas a Hacienda intentan quitaban hierro al episodio. Afirman que solo es una pataleta de último momento, y subrayan, que sobre la mesa estaba ya la versión final de unas cuentas respaldadas dentro del Govern por MÉS y PSOE, y fuera de él por Podemos.
En cambio, otras fuentes socialistas del Govern, creen que esta crisis lleva toda la legislatura larvándose. Su hipótesis es que en MÉS sienten su visibilidad política amenazada por el protagonismo tomado por Podemos en el control externo de la acción de Govern, mientras Més hace de aliado fiel y responsable, y comparte desgaste con el PSIB.