Según ha informado la Conselleria, este dictamen se debatirá en el próximo pleno de la Comisión previsto para el próximo jueves 27 de octubre. Se trata de un proyecto que se tramita desde el año 2008 y que pretende crear un campo de golf de 30 hoyos, contando la escuela de golf y el campo de prácticas, y un establecimiento hotelero de 450 plazas ocupando 82 hectáreas de suelo rústico, cerca de los núcleos urbanos de sa Garriga, son Espanyol y Palmanyola.
El comité técnico de la Comisión considera que la construcción de este complejo supone una transformación y una degradación de uno de los pocos paisajes rurales bien conservados del entorno de Palma y la pérdida de un paisaje cultural y etnológico muy valioso para convertirlo en una zona de césped impropia de este lugar.
El dictamen recuerda, además, que la Norma 61 del Plan Territorial Insular apuesta por un equilibrio territorial en Mallorca con respecto a la implantación de campos de golf, instalaciones de las cuales ya existe una importante oferta a los alrededores del término municipal de Palma y no se ha justificado la existencia de más demanda en la zona y la imposibilidad de satisfacerla con las instalaciones actualmente existentes.
Igualmente, su valor etnológico y patrimonial, la importancia de conservar intacto el conjunto de la red hidráulica de la fuente de Mestre Pere y su entorno, la alteración del cromatismo del entorno y del paisaje y un movimiento de tierras que comportan una alteración de la geomorfología del terreno son otros motivos para informar de manera desfavorable el proyecto.
Además, destacan su gran ocupación territorial y la pérdida total de los hábitats actualmente presentes y las zonas de cultivo de secano con algarrobos y almendros. Según el dictamen, la transformación del espacio por la ocupación de edificaciones, urbanización periférica y lagos también es muy elevada -7,38 hectáreas en total-.
Otros aspectos relacionados con los recursos hídricos, como la imposibilidad de disponer de la cantidad de agua depurada prevista para el proyecto, el hecho de que existe riesgo de contaminación del acuífero por la utilización de abonos y productos fitosanitarios y el riego intensivo con aguas depuradas que impediría que se destinen a usos prioritarios como la agricultura, el riego de jardines públicos o la creación de barreras contra la intrusión salina y que la finca de Son Aversó no está situada a menos de 250 metros de radio de cualquier captación de agua por consumo humano, han hecho que el comité técnico haya decidido informar desfavorablemente el proyecto.
