El argumento del daño causado al país por el gobierno del PP, que repite con insistencia el socialismo insular, sería perfectamente trasladable, desde su perspectiva, a la acción del ex presidente balear que consiguió reunir en su contra la mayor manifestación popular jamás conocida en Baleares, en la que los socialistas participaron con entusiasmo. Igualmente, si la abstención para que la lista más votada en las elecciones generales de diciembre y de junio pueda formar gobierno significaría, de acuerdo con el argumentario de Francina Armengol, el indulto a las políticas del PP, la elección de Bauzá como senador puede ser interpretada como el aval del PSOE a su paso por la presidencia del ejecutivo balear.
Francina Armengol reclama el no es no, sin aportar otra alternativa que la de un gobierno de izquierdas con Podemos y los independentistas catalanes, que se ha demostrado de imposible factura, como un acto de coherencia con el discurso electoral del PSOE. El mismo discurso desarrollado en Baleares contra José Ramón Bauzá, aunque luego, para elegirle senador, no hubo dudas en el voto afirmativo, sin necesidad de recurrir a la coherencia de la que ahora Armengol hace bandera.
Antes necesitaba colocar a Francesc Antich en el Senado y hoy necesita el apoyo de Podemos para mantenerse en la presidencia del Govern. El cambio de criterio respecto de Bauzá no precisó de la opinión de la militancia socialista; ante el próximo comité federal del PSOE, Armengol necesita escudarse en esa misma militancia para paliar su soledad en el máximo órgano directivo del partido. Cuestión de coherencia.