Según un informe elaborado por la Fundación para el Avance de la Libertad y la Unión de los Contribuyentes, las cotizaciones a la Seguridad Social suponen 102 días de trabajo de un español con salario medio. Para pagar el IRPF hay que trabajar 37 días. Para el IVA, 25. Finalmente, hay que trabajar 12 días para hacer frente a los impuestos especiales: gasolina, tabaco, alcohol...
La bajada del IRPF del Partido Popular del pasado mes de diciembre, decretada para entrar en vigor días antes de las elecciones, finalmente no ha aliviado la presión fiscal ya que ahora pagamos muchos otros impuestos y tasas.
Con ello, España sigue teniendo una de las presiones fiscales más altas de Europa aunque también sigue siendo uno de los países que menos recauda. ¿Motivo? Entre otras cosas porque es uno de los estados con menos inspectores de Hacienda por habitante para luchar contra la economía sumergida.
El estudio de la Fundación para el Avance de la Libertad y la Unión de los Contribuyentes ha elegido como prototipo del informe a una persona con un salario bruto de 24.400 euros y con un hijo. En el caso elegido como ejemplo de la media, este español trabaja 181 días para Hacienda y 184 para él.
Cataluña es la comunidad autónoma que se lleva la palma en presión fiscal española. Allí, de un año trabajado, 185 días son para Hacienda. Le siguen Castilla-la Mancha y Cantabria con 183, y Valencia con 182. Por debajo de la media en la que figuran seis regiones (181 días), entre ellas Baleares, están Andalucía, Murcia y Castilla y León con 180 días, mientras que Galicia, País Vasco y Canarias se quedan en 179. La comunidad con menor presión fiscal es La Rioja, donde de un año de trabajo 178 días son para Hacienda.
Por tanto, enhorabuena a los riojanos y lo sentimos por los catalanes.