Según recoge Europa Press, todo ello ha supuesto hacer un estudio exhaustivo de todo se diccionario entero original castellano-catalán (de unos 41.000 términos en total) y cambiar el léxico propiamente continental por palabras genuinos de Mallorca.
En total, "ha supuesto cambiar un 7,7 por ciento del diccionario original que teníamos en se comienzo, además de cambiar o añadir una cincuentena de reglas sintácticas, como por ejemplo", según ha explicado el portavoz de la Fundación, Joan Font.
Por último, Font anunció que el próximo proyecto es un traductor castellano-menorquín, una tarea "más sencilla que la ya efectuada", ya que se tiene en cuenta la experiencia acumulada y se que el mallorquín y el menorquín, salvo unas pocas reglas sintácticas, coinciden en un 80 por ciento de léxico, han concluido.