Díaz ha reclamado que el máximo órgano modifique su orden del día para que los 253 delegados se pronuncien sobre la disolución de la Ejecutiva Federal después de la dimisión de 17 miembros alineados en el sector crítico.
Para modificar el guión del debate fijado por la dirección de Pedro Sánchez, Díaz ha defendido que se vote previamente el informe de los tres miembros críticos de la Comisión Federal de Ética y Garantías en el que dan por disuelta la Ejecutiva.
Ferraz no admite este dictamen porque estos vocales se reunieron al margen de la presidenta del órgano arbitral, Isabel Celáa, afín a Sánchez. Por otro lado, Díaz ha planteado como alternativa esperar a que se reúna la Comisión de Ética y Garantías para que emita un dictamen que eleve al Comité Federal.
Ante esta propuesta, la Mesa del máximo órgano del partido ha acordado, sobre las 16.15 horas, un nuevo receso para deliberar.
Los turnos de palabra que ha habido hasta ahora se han centrado solo en solventar cuestiones de orden sobre qué se debe discutir y votar, pero no se ha entrado en los asuntos de más calado.
Después de ocho horas desde que se abriera el Comité Federal, la división ha ido a más y no se atisba posibilidad de acercamiento.
"El ambiente está muy roto", han apuntado fuentes del sector crítico. Otras fuentes apuntan que el debate está siendo bronco y salpicado de gritos. "Es como un gallinero", lo han comparado. Según esta facción, Ferraz "está intentando que no se vote nada de ninguna manera" para mantener el bloqueo.
La presidencia de la Mesa del Comité está en manos de la dirigente andaluza Verónica Pérez, pero los otros dos vocales -Rodolfo Ares y Núria Marín- están a favor del secretario general interino, por lo que cuentan con mayoría.
Tampoco se ha solucionado por ahora la reclamación del sector disidente de que los miembros del equipo de Sánchez no voten al considerar que la Ejecutiva está disuelta.
No hay estimación de cuándo podría concluir el cónclave, puesto que están pendientes los turnos de palabra de los 150 delegados que han pedido intervenir, según las fuentes.
A las puertas del edificio, unos 200 militantes se mantienen con pancartas de apoyo a Sánchez y en protesta de los que llama "golpistas".
Ha habido momentos de tensión cuando algunas personas han salido de la sede y han sido increpados y acosados por algunos de los manifestantes, sin que la policía haya intervenido.