En concreto, este informe, que cumple su cuarta edición, se ha desarrollado por el IBES, en colaboración con las empresas TIRME e HIDROBAL y la Obra Social "La Caixa" y que se refiere a un estudio de opinión pública sobre distintos aspectos ambientales de las Islas Baleares.
El estudio analiza las diversas dimensiones de la conciencia ambiental mediante una encuesta anual dirigida a la población balear mayor de 18 años. Se realiza a través de un amplio sistema de indicadores que miden los puntos fuertes, los puntos débiles, las actitudes, conocimientos, opiniones, valores y comportamientos sobre el medio ambiente, así como su relación con la calidad de vida.
Así, el presente informe recoge los resultados obtenidos en la cuarta oleada (julio de 2016), así como su comparación con los resultados de los tres años anteriores.
En lo que a resultados se refiere, Adán concluye que existe un "alto grado de madurez en la conciencia ambiental de los ciudadanos".
Por su lado, el responsable de Desarrollo de Empresas de CaixaBank en Baleares, Tomeu Berga, ha destacado "el compromiso de la entidad financiera con un desarrollo económico que sea respetuoso con el medio ambiente". En este sentido, "un proyecto como el Ecobarómetro encaja completamente en nuestra estrategia de Responsabilidad Social".
El director de HIDROBAL en Baleares, Guillermo Carbonero, ha asegurado que "los ciudadanos son conscientes del problema del agua en nuestra comunidad en cuanto a sequía, sobreexplotación de acuíferos, calidad".
"A pesar de ello, más de la mitad de los encuestados no es consciente de cuál es su consumo de agua". Por último, ha resaltado la importancia de no depositar en el WC desechos inadecuados: "las toallas higiénicas son el monstruo de las alcantarillas", ha afirmado.
Por su parte, el director general de TIRME, Rafael Guinea, observa en el estudio "una cierta desvinculación personal de los problemas ambientales, como si éstos se generaran siempre por conductas ajenas, nunca por las propias".
Asimismo, los ciudadanos se reconocen "preocupados por el colapso de ciertas infraestructuras, como la depuración de aguas o las carreteras, pero otras funcionan sin problemas, como el tratamiento de residuos o el abastecimiento eléctrico".
Por otra parte, en el estudio "las instituciones aparecen bien valoradas, pero menos que los medios de comunicación o las organizaciones ecologistas", ha destacado Adán, quien además ha afirmado que "es prioritario concienciar a los partidos políticos y a las instituciones de gobierno de la necesidad de atajar estos problemas con soluciones imaginativas. Para esto es necesario un gran pacto social sobre la sostenibilidad y los riesgos asociados a la presión sobre el territorio".