El magistrado le considera autor responsable de un delito de homicidio imprudente y aplica sobre él las atenuantes de confesión, legítima defensa putativa (incompleta) y reparación del daño, en virtud del veredicto emitido hace varios días por los miembros del jurado.
La Fiscalía solicitaba una pena de diez meses de cárcel mientras que la acusación particular elevaba su petición a dos años y medio.
El inculpado, Emerson M.H., quien se encuentra en prisión incondicional desde el 28 de diciembre del pasado año, se encontraba con amigos y familiares celebrando la Nochebuena en una discoteca de la calle Joan Miró cuando, sobre las 6.00 horas, una persona le tocó en el culo a su hijastra y se inició con ello una pelea multitudinaria con heridos leves.
Entre las personas que habían iniciado el incidente se encontraba la víctima, de 26 años de edad, junto a su hermana y su novia, tal y como considera acreditado la sentencia. Aquél trató de romper, sin conseguirlo, una botella de cristal contra los escalones de la discoteca, ante lo cual el acusado tomó otra botella de cristal y tras romperla se dirigió con ella hacia el joven.
El acusado acabó clavándole la botella a la víctima, lo que le originó una herida inciso cortante que seccionó su vena yugular y arteria carótida, hasta que murió de forma casi inmediata por shock hemorrágico.
Sobre las 0.20 horas del 28 de diciembre, el inculpado se personó voluntariamente en la Comisaría de Manacor manifestando haber participado en la reyerta de Gomila, si bien afirmando no recordar los hechos con claridad. Durante el juicio por estos hechos, celebrado esta semana, Emerson M.H. afirmó que su intención no era matar a su contrincante, sino "asustarle".