Esta misma semana, Hacienda del Gobierno de España ha amenazado al Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena con intervenirle las cuentas por no cumplir con el Plan Económico Financiero de la capital de España. Esta podría ser, también, la reacción de Cristobal Montoro con José Hila.
El regidor de Economía de Cort, Adrián García (PSIB), ha reconocido dos meses de retraso en los pagos a los proveedores, aunque alega que son facturas de grandes empresas.
La verdad es que las cuentas del Ajuntament de Palma están colapsadas y que no hay fondos para abonar los compromisos adquiridos, como ya había pronosticado la oposición que ocurriría ante los presupuestos presentados a principios de año.
Los pagos del Ajuntament se realizan en estos momentos en un plazo superior a 60 días, muy por encima de lo permitido por la ley. Si se mantiene esta situación, se sobrepasará también el límite legal de dos meses consecutivos de atrasos. Y en ese momento podrá intervenir Montoro y su equipo.
En este ámbito, la primera andanada será una carta de advertencia, pero después podrían, incluso, ser nombrados interventores del Estado para fiscalizar todo el proceso de ingresos y gastos en Cort, con poestad para paralizar servicios o compromisos políticos no esenciales.
Otra posibilidad es que Hacienda asuma el pago directo de las facturas a cambio de paralizar todas las transferencias estatales a las cuentas municipales.
Si José Hila y su equipo no son capaces de enderezar la preocupante situación de las cuentas del Ajuntament de Palma y restituir el pago normalizado a los proveedores, el Ministerio de Hacienda del Gobierno central aplicará la normativa vigente y tomará el control de las cuentas de Cort. Mientras, Montoro vigila y sobrevuela sobre la gestión de Hila.
