Eso es lo que ha pasado en el departamento que dirige el socialista Marc Pons, el hombre de Francina Armengol en Menorca. Según escribe este viernes en la edición en papel de Diario de Mallorca el periodista Mateu Ferrer, se ha rebajado la exigencia legal del nivel de catalán de C1 a B2 para poder nombrar como jefe del departamento de Arquitectura a una persona en concreto.
Evidentemente, esta persona no cumplía el requisito legal de tener el título del nivel B2 de catalán, exigencia que sí cumplía su antecesor y que, según las normas internas del propio Govern, era imprescindible hasta hace poco para acceder a este alto cargo administrativo.
Según fuentes del cuerpo de funcionarios de la conselleria, la persona agraciada con el cambio legal es socialista y muy cercano al antiguo conseller del PSIB Jaume Carbonero, el ‘hombre fuerte’ en este ámbito en el Govern.
El conseller Pons, ante esta realidad legal, se veía totalmente imposibilitado de colocar en este muy bien remunerado puesto a la persona amiga. Por tanto, se ha cambiado el nivel exigido para ser jefe de Arquitectura de la Conselleria de Territori: de C1, como hasta ahora, a B2. Y así su persona de compañero socialista ya tiene su nuevo trabajo.
Este cambio en la exigencia del nivel de catalán fue aprobado en el Consell de Govern del pasado 8 de julio y no se informó del caso en la nota oficial que se distribuye a los medios de comunicación con los acuerdos adoptados en el máximo órgano de decisión del Govern.
El puesto de jefe del departamento de Arquitectura de la Conselleria de Territori está reservado a funcionarios y lleva aparejado un plus salarial de 21.685 euros al año.