Si algo ya se ha evidenciado es que este gobierno no tiene capacidad alguna de gestión. Pretende evadirse de los problemas, como si no fueran con él. Su imprevisión es proverbial. No vamos a confeccionar la lista.
Ahí están, a título ejemplificativo, sin tramitar las ayudas a la sequía (¿cómo van las vacaciones Sr. Vidal?); la suciedad de la ciudad jamás vista; el caos en sanidad con “centros de salud cerrados, sin médicos, sobresaturados, con listas de espera para consulta de hasta doce días, sin guardias para urgencias, sin pediatra, …” (Ciutat.es); el ere a los profesores de religión; la política lingüística incomprensible con grave daño a las clases más bajas; la pésima política educativa que nos sitúa en el furgón de cola; etcétera. ¿Se imaginan la qué, en similares circunstancias, habrían montado contra Bauza por tan injustificable abandono gubernamental?
Si todo lo anterior no fuese grave, ahora resulta que quienes se han pasado toda la vida demonizando a los hoteleros se van a convertir en los defensores de sus intereses, que decían ser estrictamente privados.
¡Quién te ha visto y quién te ve! La izquierda está ahora en la
defensa del capitalismo y se muestra contraria a que los frutos del turismo se redistribuyan, se socialicen y lleguen a todo el mundo en una mayor proporción. ¡El colmo de las contradicciones con una política de izquierda! ¿Cómo es esto posible?
Para responder a la anterior pregunta, lo primero que hay que hacer es no creerse los mantras y consignas que propalan con la ayuda inestimable de algún concreto medio de comunicación social. Llevan mucho tiempo preparando el terreno. Tampoco hay que creerse los informes encargados a personas afines, que sólo servirán para la propaganda y manipulación de la opinión pública, para engañar a los fanáticos de turno y para el enriquecimiento de sus autores. No se crean para nada la cantinela de la ‘sostenibilidad’ ni otras insostenibles excusas. Utilizarán el boom turístico, se apoyarán en el mismo, hablarán de atascos, basura y carestía de agua como puntos en que apoyarse (y engañar a tanto bobalicón que no esfuerza en pensar un poco) para ‘criminalizar’ nuestra principal medio de vida.
Sin embargo, el verdadero fundamento de esta suicida política –que fracasará estrepitosamente- se encuentra en la vieja posición nacionalista, nunca partidaria de la presencia de extraños –extranjeros y/o forasteros-. Mientras tanto, la gran líder socialista (¿) anda por las cimas de la Tramontana, habla fuera de propósito o disparatadamente y no lleva camino en lo que dice. Esperemos que abandone las cimas que habita y descienda al plano de la normalidad.