Este nuevo Mallorca de Maheta Molango, que hacía presagiar que todo cambiaría, nos ha sorprendido negativamente y hemos visto que es más de lo mismo.
Nunca habíamos visto en Son Moix, y antiguamente en el Lluis Sitjar, que en el primer partido de liga llegarán los primeros pitos, el “fuera, fuera” y aparecieran los primeros pañuelos.
Lo de sábado no fue vergonzoso porque ya lo vimos mucho la pasada temporada y demostró que Maheta no tiene una barita mágica.
La inexperiencia en el fútbol se paga y las pruebas deben realizarse en los entrenamientos y no en los partidos.
Tan solo nos resta ahora esperar y tener fe. Pero piensen en algo, si hemos cambiado de equipo, han fichado nuevos jugadores y seguimos jugando igual que la pasada temporada ¿Por qué será?